La tecnología de la realidad mixta y la cirugía van cada vez más de la mano, hasta el punto que es ya una evidencia su aplicación en los quirófanos. Este sistema funciona a través de la realidad virtual y de la realidad aumentada, mejorando la precisión en todo tipo de intervención quirúrgica.

Tecnología de la realidad mixta y la cirugía

Cada vez se escucha más hablar de la realidad mixta y cómo esta puede ser aplicada en diversos ámbitos, pero ¿en qué consiste? ¿Puede ser útil también en la práctica médica habitual?

La realidad mixta: ¿qué es?

Cuando hablamos de realidad mixta nos estamos refiriendo a un conjunto de tecnologías que aúnan la realidad física, la aumentada y la virtual. Su aplicación se está implementando en diferentes ámbitos, y uno de ellos que parece tener mucho potencial es la medicina.

Por ejemplo, una de las que ya se comienzan a utilizar frecuentemente es el uso de gafas de realidad aumentada y la impresión en 3D personalizada. Ambas permiten realizar proyecciones sobre el paciente que va a ser intervenido, así como hologramas de sus pruebas radiológicas que ayuden en toda la planificación quirúrgica. 

En qué consiste

Todas estas nuevas técnicas de realidad mixta están soportadas por un sistema de navegación cuya precisión ha sido extremada para garantizar la máxima seguridad en todas las intervenciones. De hecho, puede llegar a ser suficientemente preciso como para llegar a identificar la postura del paciente sobre la mesa del quirófano y sobre la misma poder obtener una visión holográfica con una exactitud que puede variar en solo un par de milímetros.

Básicamente le estamos proporcionando a los cirujanos que realizarán la intervención una especie de rayos X constantes mientras están operando, algo que permite mejorar los resultados de cualquier tipo de intervención y, por ende, disminuir los riesgos que puedan acontecer. También suele reducirse el tiempo empleado en cada intervención.

Gafas de realidad virtual

Cuando se utilizan las gafas de realidad aumentada en el quirófano el médico es capaz de observar el cuerpo del paciente mientras se superponen los elementos virtuales creados a través del software. Esto proporciona una información muy útil que será utilizada durante el propio acto quirúrgico.

Hablamos de un entorno inmersivo en el que el usuario siente que está formando parte del mundo virtual que se combina a la perfección con la realidad aumentada. Las gafas permiten ver el mundo real, pero combinando aspectos beneficiosos para la intervención quirúrgica.

Las gafas de realidad virtual aumentada Hololens

En el mercado se encuentran las gafas Hololens, que han sido específicamente diseñadas con el fin de facilitar el trabajo dentro del quirófano.

Lo que hacen estas gafas es proyectar diferentes hologramas que se distribuyen a través del propio campo de visión del médico, pudiendo incluso encontrarse sobre el cuerpo del paciente.

Pero ¿cómo se consigue eso? Las gafas de realidad aumentada funcionan a gracias a unos sensores que van fijados sobre el paciente y permiten de esta forma obtener la información de dónde se encuentra en cada momento para, a partir de ahí, generar la imagen virtual.

Básicamente, estamos hablando de una visión holográfica del cuerpo entero del paciente mientras está siendo sometido a la cirugía, algo que aporta inmensas ventajas a cualquier cirujano.

Técnicas ya realizadas

El hospital Gregorio Marañón de Madrid ha sido el pionero a nivel mundial en realizar una técnica que combina la realidad mixta y la cirugía. Se trataba de la extirpación de un tumor localizado en la pierna de un paciente. Lo que se ha conseguido era combinar un sistema que proyectase a la vez los estudios radiológicos previos del paciente (TC, RM, PET, etc.) sobre el mismo gracias a la combinación de las gafas de realidad aumentada y la tecnología que les daba soporte.

Además, las propias gafas permiten modificar el tamaño de la imagen, moverlas o hacer que estas desaparezcan mediante pequeños gestos.

Ventajas de la realidad mixta

Las ventajas del uso de la realidad mixta son muchas, algunas de las cuales ya hemos comentado: disminución del tiempo de la cirugía, reducción de complicaciones quirúrgicas, facilitar la técnica quirúrgica…

También se ha comprobado que se reduce el uso de material quirúrgico, ya que por ejemplo estamos descartando la fluoroscopia, entre otros.

Por lo tanto, estamos hablando de una verdadera revolución en el ámbito médico-quirúrgico. Se consiguen cirugías más precisas, seguras y efectivas, todo ello con un menor coste.