A la hora de hablar de implantología y osteoporósis consideramos imprescindible comenzar analizando las características de esta dolencia ósea. Según la IOF (Fundación Internacional de Osteoporosis), casi 300 millones de personas la padecen.

Afecta, fundamentalmente, a la densidad ósea, ya que vuelve porosos los huesos. Si la padeces, esta circunstancia puede ser decisiva a la hora de lograr que unos implantes dentales seguros puedan fijarse correctamente a tu encía.

En ese caso deberías conocer la siguiente información. Así despejarás todas tus incógnitas sobre la idoneidad de este tratamiento y sobre si los últimos avances del sector son suficientes para superar este escollo.

Un estudio científico determinante

La revista Journal of Periodontology decidió estudiar si la osteoporosis era más o menos dañina que la periodontitis a la hora de hablar de la estabilidad de un implante dental. Se estudiaron los casos de 67 pacientes a los que se sometió a diversas pruebas radiológicas para analizar el estado de su mandíbula y de su maxilar.

Tras guardar estas pruebas, se procedió a la colocación de los implantes. A los dos años se repitieron las mismas radiografías para comprobar si la osteoporosis había avanzado y si los implantes tenían la estabilidad correcta. Si bien se confirmó que la densidad ósea había bajado sensiblemente, los implantes seguían siendo efectivos.

Además se descubrió que la periodontitis provoca más daños que la osteoporosis a la hora de colocar unos implantes.

La precaución como medida de prevención

Tras conocer las conclusiones del antedicho estudio y de otros similares que llegan a la misma conclusión, pudo saberse que los odontólogos han apostado siempre por la precaución al tratar a los pacientes mayores de 60 años. En la mayoría de los casos se ha escogido el uso de implantes especiales fabricados con materiales que aceleran la integración de cada pieza en la encía.

Otra opción que puedes valorar son los implantes con su superficie tratada específicamente para lograr el mismo objetivo. Aun así, la última tendencia es usar el mismo tipo de implante que para las personas que no padecen osteoporosis y seguir una serie de recomendaciones más específicas para conservar al máximo cada una de las piezas dentales.

¿Por qué se ha llegado a pensar que la osteoporosis puede provocar incidencias en la estabilidad de un implante dental?

Porque han prevalecido los síntomas de esta afección en otras partes del cuerpo. Como ya sabrás, cualquier persona con osteoporosis es más proclive a sufrir roturas o fisuras óseas. Extendiendo esta idea al maxilar y a la mandíbula, parece tener cierta lógica pensar que los implantes comenzarían a soltarse o a perder su efectividad.

Por suerte, los estudios científicos al respecto confirman que la osteoporosis no conlleva la pérdida de la masa ósea marginal. Es decir, no por ponerte un implante va a acelerarse la porosidad de ese hueso en concreto, ya que se trata de una pérdida general que afecta más a otras zonas del cuerpo como las extremidades y la cadera, entre otras.

¿Qué tipo de información debes darle a tu odontólogo si padeces osteoporosis?

Aparte de llevar todas las pruebas relacionadas con esta situación, es esencial que le des a conocer la medicación con la que se te está tratando. Para esta dolencia se suelen utilizar los bifosfonatos, por lo que el especialista deberá tener en cuenta la duración de ese tratamiento y cómo ha afectado a los huesos arriba indicados.

Por lo general, esta sustancia consigue frenar el avance de la enfermedad de forma eficiente, por lo que su consumo habitual te permitirá someterte a cualquier tratamiento con mayores probabilidades de éxito.

Como te hemos comentado, la osteoporosis tiene un avance irregular afectando a diversas partes del organismo de forma aleatoria. A la hora de calibrar el efecto de los bifosfonatos, habría que realizar más radiografías para determinar, con exactitud, cuáles son las zonas de la boca más afectadas o con menor densidad.

Si has padecido edentulismo -pérdida de una pieza dental- por culpa de la osteoporosis, no deberías pensar que terminarás quedándote sin dentadura. Recuerda que lo único que tendrás que hacer es seguir los consejos de tu odontólogo que, además, deberá escoger aquellos implantes que mejor se amolden a tu fisonomía y a tus necesidades.

La variación en la densidad de los huesos que permiten la masticación suele ser mínima, por lo que apostará por indicarte que te sometas a revisiones de forma periódica para comprobar si todo va bien. La especialización en este tipo de intervenciones es siempre importante para conseguir el mejor resultado posible.

Así, solo tendrás que buscar una clínica dental con la capacidad necesaria para llevar un exhaustivo control de tu dentadura. Tras encontrarla, presenta tu historial médico, comenta tu caso y conoce los distintos implantes que pueden utilizarse para recuperar tu dentadura más fácilmente. Implantología y osteoporosis han dejado de ser enemigos irreconciliables, ¡compruébalo!