El derecho a la protección de la salud es uno de los derechos humanos más importantes. Se trata de un derecho recogido en la Constitución Española de 1978 y regulado en la Ley 14/1986, General de Sanidad, y afecta tanto al sistema nacional de salud pública como a las clínicas privadas.

En esta línea, la misión que desempeñan médicos, odontólogos y otros profesionales sanitarios es de especial importancia y si rige bajo determinados principios. En este artículo te mostraremos quiénes son beneficios del derecho a la protección de la salud.

El derecho a la protección a la salud: un derecho fundamental

El derecho a la protección de la salud está reconocido por la inmensa mayoría de constituciones y declaraciones de derechos del mundo. Lo encontramos en:

  • Artículo 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.

  • Artículo 12.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966.

Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental». Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto, a fin de asegurar la plena efectividad de este derecho figurarán las necesarias para:

  1. La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil y el sano desarrollo de los niños
  2. El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente
  3. La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidérmicas, endémicas, profesionales y de otra índole y la lucha contra ellas
  4. La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad.

Es en el artículo 43 donde encontramos el derecho a la protección de la salud en la Constitución Española de 1978. Dice de la siguiente manera:

  1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
  2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto.
  3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la educación física y el deporte. Asimismo, facilitarán la adecuada utilización del ocio.

Los derechos y libertades del paciente

El derecho fundamental consagrado en la CE se desarrolla a su vez en varias normativas:

  • Ley 14/1986, que corresponde a la Ley General de Sanidad.
  • Ley 41/2002, que es la Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de información y documentación clínica.
  • Ley 16/2003, de Cohesión y Calidad del Sistema de Salud.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata además del derecho de conseguir el grado máximo de salud posible, sin distinción de raza, ni religión, ideología o condiciones económicas y sociales, algo que encontramos también en el artículo 14 de la Constitución Española, que consagra la igualdad ante la ley.

El derecho a la salud implica además dos derechos y libertades:

  • El derecho de poder acceder a un sistema de protección de la salud, que permita a los ciudadanos disfrutar de las mismas oportunidades.
  • Libertad para controlar tu salud, lo que incluye la libertad sexual, la libertad reproductiva y la libertad incluso para rechazar un tratamiento.

Aquí es donde cobra especial importancia el procedimiento del consentimiento informado, que tanto la sanidad pública como las clínicas privadas tienen obligación de hacer.

El consentimiento informado es un derecho del paciente, que mediante el software clínico Nubimed podemos darle la oportunidad de firmarlo mediante firma electrónica.