Hay un dicho alemán que reza: la salud no lo es todo, pero sin ella no hay nada. Sin duda, se trata de una realidad que también puedes contribuir a mejorar en tu tiempo libre. Efectivamente, cómo encauzas tus aficiones va a ser clave en tu plan de vida saludable. Te explicamos, a continuación, cómo gestionarlas.

Tener aficiones es clave para tu bienestar

Si bien hay dos bases fundamentales para estar sano, que son seguir una dieta completa y equilibrada (con una proporción compensada de todos los nutrientes) y realizar de forma moderada ejercicio físico, a qué dedicas el tiempo libre va a resultar providencial para mantener dichas bases.

Y es que el tiempo libre no está para desperdiciarlo. Al contrario, es una parte imprescindible de tu vida. La parte de ella en la que, en cierto modo, te realizas y haces lo que realmente quieres. No tiene que ver con las necesidades básicas (dormir, comer, etc.) u obligaciones, como el trabajo, sino con lo que te gusta. Implica tu pleno ámbito de decisión.

Por eso, te interesa mantener este espacio de libertad y salud. Sin duda, te permitirá cargar fuerzas para cumplir con las obligaciones citadas de una forma más feliz y disfrutar de una existencia saludable. Se trata de actividades que vas a estar deseando realizar, pero que has de tomarte sin obsesiones ni ansiedades.

Acuérdate de que tienes que personalizar al máximo estas opciones vitales. Ten en cuenta que lo que ha resultado útil para algunos no tiene por qué serlo para ti. Debes hacer, en este sentido, lo que te pida el cuerpo y siempre dentro de un orden que no te descentre de las condiciones esenciales para tu supervivencia que antes te hemos comentado.

En las siguientes líneas te proponemos algunos hobbies saludables, pero recuerda que tú tienes siempre la última palabra:

La vida social

El ser humano es social. Por consiguiente, para realizarse en su esencia, tiene que estar en relación con otras personas, así que es básico cuidar las relaciones sociales y hacer planes con las amistades. Una vida social rica empuja a salir a la calle y hacer ejercicio y mantiene el cerebro en buenas condiciones, como lo hace una conversación crítica con un amigo.

La lectura

Leer retrasa el envejecimiento neuronal, por lo que ayuda a mantener la memoria. Además, descarga de estrés. Y, aparte, las lecturas te proporcionan conocimientos que te permitirán dar opiniones más razonadas y entender mejor una gran parte del mundo que nos rodea. En definitiva, leer te hará sentir más libre.

El voluntariado

Hacer actividades voluntarias, como cuidar a una persona dependiente o ayudar a los desfavorecidos de tu barrio, te va a hacer sentir mejor contigo mismo. La empatía que se genera al colaborar solidariamente con los demás tiene efectos muy positivos sobre tu autoestima.

Las mascotas

Cuidar de una mascota también implica una responsabilidad que, a cambio de su cariño, te va a resultar muy grata. Aparte de su lealtad, podrás disfrutar de sacarlos a la calle y hacer ese ejercicio con ellos, lo que va a conllevar mejoras para tu salud cardiovascular. Se trata, por otro lado, de unos avances que podrás comprobar mediante nuestro software para clínica.

La escritura

La escritura te proporciona unos beneficios mentales muy similares a los que te daba la lectura. No obstante, al tener un componente más activo que leer, añade los relativos a potenciar tu autoestima. Escribir te permite ponerte en un plano diferente y ser autocrítico. Aparte, puedes trascender, ya que tus textos pueden ser leídos por otros. En este sentido, ten cuidado con lo que pones en las redes sociales, dado que puedes topar con perfiles tóxicos que te hagan sentir que escribir en ellas es contraproducente.

Escuchar música y controlar las funciones vitales mediante un software

Disfrutar de la música tiene un impacto positivo en la neuroquímica de tu organismo. Alivia el estrés, puesto que contribuye a la disminución de la hormona asociada a este sentimiento, el cortisol. Escuchar tus canciones favoritas te hace sentir bien contigo mismo y te aporta emociones beneficiosas. De este modo, tu sistema inmunológico contará con más defensas para hacer frente a las amenazas que suponen las enfermedades comunes.

Hacer ejercicio aeróbico

Y, si lo llevas a cabo en grupo, mejor que mejor. Nos referimos a los ejercicios que mejoran tu circulación sanguínea y reducen las posibilidades de sufrir enfermedades del corazón. Se trata de ejercicios que tienen ejecuciones moderadas, como correr o incluso bailar.

Y, mientras lo haces, recuerda que has de sacar el tiempo necesario para poder practicar tus aficiones. Sin lugar a dudas, son actividades que mejoran tu salud y por las que va a valer la pena vivir. ¡Apuesta por los buenos hábitos combinados con hobbies!